Ha concursado en tres versiones distintas de Gran Hermano. Su fuerte carácter le convirtió en una de las participantes más polémicas del formato y durante unos años frecuentó muchos platós de la pequeña pantalla. Sin embargo, Chari Lojo ha dejado a un lado la televisión y ahora es funcionaria de prisiones. La gaditana explica en Espía TV cómo es su día a día.
En octubre de 2010 te vimos por primera vez en televisión. ¿Qué te motivó a presentarte a Gran Hermano 12?
Necesitaba un cambio en mi vida. Llevaba todo demasiado perfecto; mi trabajo, mi novio, mi familia... Yo quería un chute de adrenalina, un cambio y la verdad es que lo conseguí. No era la primera vez que me presentaba. En otra ocasión me quedé en la fase final del casting. La segunda ya fui directa a la casa de Guadalix y fue una sorpresa porque, en un principio, yo iba a Telecinco como defensora del que era mi novio.
Tu primera semana en el concurso fue muy criticada por la audiencia. ¿Cómo recibiste esos comentarios?
Al principio me costaba leerlos y escucharlos. Nadie sabía nada de mi vida. Muchos se dejaron llevar por unas imágenes que distan mucho de la persona que soy. Además, de dos meses y medio que estuve en la casa se quedaron con una imagen que para nada era tan desorbitada como la querían pintar.
¿Es difícil hacer que la gente cambie de opinión?
Pues la verdad es que me costó mi trabajo. Gracias a mis apariciones en televisión y a las entrevistas la gente pudo conocer realmente cómo soy. He de decir que muchos me mostraron su afecto y me pidieron disculpas por haberse creado un concepto erróneo sobre mí antes de conocerme.
Una semana después de terminar la edición, Rubén y tú, entrasteis a El Reencuentro y fuisteis expulsados disciplinariamente. ¿Cómo recuerdas ese momento?
Fue una de las experiencias más duras y desagradables de mi vida. Me sentí muy mal y me arrepentía profundamente de mi comportamiento. Me superó la situación y es una pena porque podríamos haber llegado muy lejos. Llegué a pensar que no tendría que haber entrado.
En 2015, entraste como reserva en Gran Hermano VIP 3. ¿Crees que no estar desde el principio es un hándicap para ganar?
Sí. Es prácticamente imposible ganar un reality show entrando como reserva y menos si una de las concursantes es Belén Esteban. Estaban interesados en que entrase desde el principio, pero todo dependía de otra chica que aún estaba en duda. Entrar más tarde te perjudica porque la gente ya se conoce, están los grupos hechos y, además, al tener información del exterior desconfían de ti.
¿Cómo es convivir con Belén Esteban?
Para mí no fue buena compañera y ganó sin saber convivir. Tenía comportamientos que no me gustaban, y, siempre, su opinión tenía que ser la que imperase. Un ganador de Gran Hermano no puede comportarse así. De todos modos, creo que no es mala persona y las veces que hemos coincidido tenemos un trato cordial.
De las tres ediciones en las que has estado, ¿de cuál de ellas guardas mejor recuerdo?
Sin ninguna duda de la primera porque entras sin saber nada. Todo es mucho más inocente, vas a vivir la experiencia. En las otras la gente estaba más acostumbrada a la televisión y sabían lo que tenían que hacer. Y la que menos la tercera ya que me decepcionó un poco. Me lo tomé con otra filosofía porque ya iba con tablas, pero fue la que menos me gustó.
Siempre han existido rumores sobre una propuesta para ser tronista de Mujeres y Hombres y Viceversa y también de participar en programas de otros países. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Nada más salir de El Reencuentro, me ofrecieron el trono, pero la verdad es que no estaba nada interesada. También me propusieron ir a Amor a prueba, un reality show de Chile en el que ibas con tu pareja y había otras personas que intentaban conquistarle, pero decliné ir.
Es muy parecido a La isla de las tentaciones. ¿Participarías con tu actual pareja?
Nos lo propusieron para la segunda edición, pero mi novio y yo decidimos no ir ya que no nos compensaba en ningún sentido, pero sí que es verdad que la experiencia hubiera sido curiosa e interesante. La que sí que me encantaría vivir es Supervivientes ya que creo que sería algo inolvidable y que cumplo los requisitos con creces.
¿Qué pasó para que decidieras tomar distancia y reducir tus apariciones televisivas hasta día de hoy?
Decidí opositar. Me gustaba el mundo de la televisión, pero eso no te proporciona una estabilidad. Por ello, opté por estudiar y hoy en día soy funcionaria de prisiones y es lo mejor que me ha podido pasar, estoy muy contenta.
Muchas personas consideran que los que participan en un reality show son incultos. ¿Alguna vez te han menospreciado por participar en Gran Hermano?
¡Claro que sí! La gente juzga sin saber, pero el movimiento se demuestra andando. No hay mayor satisfacción que demostrar al mundo lo equivocados que están y que si te propones algo en la vida puedes ser aquello que desees.
Durante la oposición, ¿has sentido rechazo por parte de tus compañeros o de los profesores alguna vez?
De los profesores jamás, al contrario, muchos de ellos han mostrado su admiración hacía mí y me han puesto de ejemplo en sus clases. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de los compañeros. Alguna que otra experiencia desagradable he vivido. Nadie confiaba en que lo podía sacar y tampoco sabían que tenía carrera y que sacaba notas excelentes.
Si que es verdad que antes de estas oposiciones intenté acceder al cuerpo de la Guardia Civil, llegué hasta el final, pero el psicólogo me echó para atrás sin darme ninguna razón. Imagino que era por el tema de haber salido en televisión. Y en las oposiciones a Policía Nacional me pasó algo similar. No ha sido fácil llegar donde estoy, pero todo tiene su recompensa.
Aprobaste la oposición de funcionaria de prisiones y ahora trabajas en Ceuta. ¿Cómo es tu día a día?
Pues la verdad es que estoy súper feliz por ambos motivos: conocí al amor de mi vida gracias a esta oposición y, además, tengo un horario inmejorable, un sueldo estupendo y un trabajo desconocido para el resto del mundo, pero con una labor muy importante en la sociedad. No me arrepiento para nada.
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